Vatican: Fabbrica di San Pietro

En silencio, la carretilla STILL RX 50 entra en la Basílica de San Pedro a través de una entrada lateral y casi parece que flotara sobre los impresionantes suelos de mármol. A medida que avanza va dejando atrás obras de arte y tumbas, incluyendo la del Papa Alejandro VII, que data del siglo XVII. La imagen de una carretilla STILL en una de las iglesias más famosas del mundo sigue sorprendiendo a muchos. Después de todo, la pesada carretilla naranja destaca entre todo este esplendor. Sin embargo, últimamente se ha convertido en una estampa más familiar, ya que el conductor de la carretilla, Giovanni, trabaja para la Reverendae Fabbrica Sancti Petri, la Fabbrica di San Pietro, también conocida como la Fábrica de San Pedro. Fundada en 1908, es responsable de la conservación y decoración de la iglesia católica más importante del mundo.

La carretilla STILL se emplea para multitud de tareas. “La utilizamos mucho para las misas y las festividades litúrgicas, pero también para la decoración general”, explica Giovanni. La carretilla se ha convertido en una herramienta importante para el mantenimiento de la que debe ser la iglesia más visitada del mundo. Y gracias a su motor eléctrico, hace si trabajo en silencio. Según explica Giovanni es fácil recorrer el espacio entre pillares y estatuas, gracias a la que la carretilla es pequeña y compacta. “La carretilla STILL es muy fácil de conducir”, dice Giovanni, “y me acostumbré rápidamente a ella”.

La decisión de decantarse por este modelo de STILL fue fácil de tomar. El Vaticano lleva algún tiempo haciendo uso de las carretillas STILL, según indica Loreno Leri, Director de marketing de STILL Italy, pero solo en exteriores, en la Plaza de San Pedro, donde se emplean para ayudar a distribuir las zonas de asientos para las audiencias generales, por ejemplo. Sin embargo las salas interiores son responsabilidad exclusiva de la Fabbrica, y el reto de proteger las numerosas piezas y obras de arte de valor incalculable implica ciertos requisitos. A menudo se puede ver la carretilla pasando por el dosel de bronce que se eleva veinte metros por encima de la tumba de San Pedro y mira hacia la cúpula de Miguel Ángel, y la Cathedra Petri, la Silla de San Pedro en el ábside principal.

Aquí es donde en muchas de las misas y festividades litúrgicas, por ejemplo en Pascua y Navidad, debe habilitarse un enorme espacio de asiento, así como en la nave principal de la catedral. Es la tarea perfecta para la carretilla STILL. Se encarga de recoger los bancos con sus horquillas y redistribuirlos donde sea necesario, sin dejar marcas en el suelo de mármol ni perturbar la paz de los visitantes ni de los Papas que descansan en sus tumbas. Cuando la carretilla se desplaza marcha atrás, una pequeña luz cónica azul avisa a todo el que se encuentre cerca. Giovanni está realmente encantado con su “fiel ayudante”, que hasta puede desplazar confesionarios de una punta a la otra si es necesario. Cuando la carretilla no se necesita dentro, a veces se usa en los jardines que rodean la Basílica de San Pedro para transportar materiales de construcción a donde el edificio está siendo restaurado.

Pero el territorio principal de la carretilla STILL sigue siendo el interior de la iglesia, donde su agilidad y eficiencia energética son sus sellos de identidad. Como explica Loreno Leri, estas fueron precisamente las características que convencieron a la Fabbrica para decantarse por esta carretilla. “La reputación y la posición de STILL en el mercado de las carretillas se basan en la seguridad de sus carretillas, su facilidad de uso y la precisión con la que maniobran en su espacio de trabajo”. Aunque ese espacio sea sagrado, claro está.

STILL RX 50 1,0 - 1,6 t